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Wanderlust es un intenso deseo y un impulso de implacable potencia que aparentemente arrastra cada hilo de la realidad. Es la frustración insoportable que finalmente los empuja del movimiento a la acción y los lleva a las experiencias que más cambian la vida en el futuro.
La gente que tiene sed de viajes no quiere estar atada en un solo lugar. No se sienten cómodos en un solo ambiente. Quieren ir de un lugar a otro. Esta inquietud les estimula a explorar y seguir el anhelo de sus corazones, que es encontrar un medio de escape cuando se sienten enganchados.
Aquellos con sed de viajes siempre buscan variaciones en todo lo que hacen en un esfuerzo por exprimir cualquier última emoción de su entorno actual. Es evidente que esas cosas son fundamentales en los viajes. Hay veces que otras personas no entienden su deseo de escapar. El deseo se confunde con el deseo de abandonar la civilización por completo. Este anhelo de viajar por el mundo es crear vínculos, explorar y aceptar el cambio. La exploración global es conocida por ser uno de los mayores medios para conocer a aquellos con intereses similares a los suyos.
Planificar un viaje es difícil cuando todo lo que se hace es tratar de salir. Pero la pasión por los viajes los cambia, es poderosa y a menudo puede tener un gran impacto en la forma en que viven sus vidas. Las pequeñas cosas aquí y allá se vuelven triviales. Tu igualas el precio de ese nuevo par de zapatos, o de ese nuevo suéter con la cantidad de días extra que podrías viajar.
Podría ser un viaje en autobús por aquí, un viaje en tren por allá sólo para probar las aguas de lo desconocido. Este es un momento importante para cualquier aspirante a viajero porque es cuando descubren si están hechos para la vida de viajero. Si no se asustan cuando se sienten perdidos, o cuando no tienen señal en su teléfono, simplemente fluyen con él. Son nómadas de pies a cabeza.
Se sienten como en casa dondequiera que van. Pueden encajar fácilmente en su lugar sin importar el país, el idioma o la cultura, porque cuando aparece la sed de viajes, su mente se abre y cualquier cosa se convierte en su todo. Son muy abiertos de mente y pueden adaptarse fácilmente al cambio. Están encantados incluso con la más mínima mención de un bonito lugar en el norte o en el sur. No podían cambiarlo por el mundo, porque el mundo se lo dio a ellos en primer lugar; el regalo, ser un trotamundos.